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Los Dos Árboles
Amor mío, mira en tu propio corazón
el árbol sagrado crece allí
de alegría comienzan a florecer sus ramas
y las temblorosas flores que hay en ellas.
Los colores cambiantes de sus frutas
han dotado a las estrellas de una luz alegre.
La seguridad de su raíz oculta
se ha sembrado silenciosamente por la noche;
el temblor de su cabeza frondosa
ha dado su melodía a las olas
e hizo que mis labios y la música se enredaran,
susurrando una canción hechizada para ti.
Allí el amor forma un círculo,
el círculo encendido de nuestros días
dando vueltas de aquí a allá
de esa manera tan ignorante y caótica;
Al recordar tu pelo mecido por el viento
y cómo las sandalias aladas descendieron,
tus ojos se empapan de un cariño tierno;
Amor mío, mira en tu propio corazón.
No mires más al glacial vidrio
Los demonios con su sutil astucia
se alzan ante nosotros cuando pasan
o nos observan durante un breve instante;
Porque allí crece una funesta imagen
que la noche tormentosa acoge:
las raíces medio ocultas bajo la nieve,
las ramas quebradas y las hojas teñidas de negro.
Todo lo que queda desnudo
lo retienen los demonios en el cristal oscuro,
el cristal del cansancio
creado cuando Dios dormía en el tiempo de los antiguos.
Allí a través de las ramas quebradas,
los cuervos de pensamiento inquieto
vuelan de un lado a otro
con su garra cruel y garganta hambrienta,
o se quedan quietos, huelen el viento,
y quejándose sacuden sus alas heridas.
Entonces tus tiernos ojos se tornan crueles,
No mires más al glacial vidrio
Amor mío, mira en tu propio corazón
el árbol sagrado crece allí
de alegría comienzan a florecer sus ramas
y las temblorosas flores que hay en ellas.
Al recordar tu pelo agitado por el viento
y cómo las sandalias aladas descendieron,
tus ojos se empapan de un cariño tierno;
Amor mío, mira en tu propio corazón.
A mi tocayo, para que veas que me arriesgo a traducir incluso a Yeats
William Butler Yeats "The Two Trees"
4 comentarios:
"Mudar de piel no es tan malo, yo lo hago cada año"... Una serpiente.
Claro que ellas se andan arrastrando todo el dia y no se pierden detalle de cada cosa, todo roza por su piel, así andan llenas de recuerdos, son sabias, saben quitarse cuando esta el peligro y advierten de su paso; no es ser malo ser serpiente. Habra que pensarselo.
Cuesta, pero cuando vamos desprendiéndonos de la carga inútil (ya) que nos impide cruzar el frágil puente, algo nuevo se mueve. Comienzan los cambios.
Hmmm menudo poema el de Yeats. Algún día tendré que leerlo en inglés.
Me encanta que al pingüino también le haya agradado Granada y ahora esté un poco más feliz y con mirada tan tonta... :D
Besos guapo.
La paciencia no es tu fuerte, lo se. Me alegro de haberte dicho que al otro lado del puente habia alguien, solo necesitabas esperar, ¿me equivoco?. Todo tiene su ritmo, el mundo, la naturaleza, tu... y también los demás. Lo único que te pido es que nunca confundas la necesidad con nada... con nada.
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