domingo, diciembre 17, 2006

ΓΕΛΑΣΤΗ ΦΩΤΟΓΡΑΦΙΑ

Κι αν σου μιλώ ψιθυριστά
κι αν σ’ αγαπώ συλλαβιστά
είναι που σε βλέπω
στ’ όνειρό μου κάτι βράδια
να με ντύνεις χάδια μεταξωτά.
Είναι που φοβάμαι
μην ξυπνήσω και σε χάσω
μήπως σε ξεχάσω, οριστικά.

Κι αν σου μιλώ με μια φωνή
που δεν ακούν οι ουρανοί
είναι που ‘χεις γίνει
γελαστή φωτογραφία
έχρωμη απουσία, όλο νερά.
Είναι που χαϊδεύω
το σακάκι σου τα βράδια
και φορώ τα χάδια, μαύρα κουμπιά.

Είναι που δε βρίσκω
σε κανένα μονοπάτι
ένα χαλικάκι του γυρισμού.

Γίνε φωτιά να σε κοιτώ
γίνε τραγούδι στο στόμα
γίνε γιορτή να ξεχαστώ
κρύψου παντού να σε βρω.

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Si te hablo en susurros
y silabeo que te quiero
es porque te veo
en sueños cada noche
cubriéndome de sedosas caricias.
Es porque tengo miedo,
no vaya a despertar y perderte,
no vaya a olvidarte definitivamente.
Si te hablo con una voz
que no oyen los cielos
es porque te has convertido
en una foto sonriente,
en una ausencia coloreada en múltiples tonos.
Es porque mimo
tu chaqueta por las noches
y me pongo las caricias como botones negros.
Es porque no encuentro
en ningún camino
una piedrecita que guíe mi regreso.
Sé fuego para que te mire,
sé canción en la boca,
sé fiesta para que olvide,
escóndete en todas partes para que te encuentre.


Eleftheria Arvanikati"ΓΕΛΑΣΤΗ ΦΩΤΟΓΡΑΦΙΑ"

3 comentarios:

Iohannes dijo...

fotografías, imágenes, sueños...espejismos...en fin, a la luz del día podemos mirarnos cara a cara sin coacciones, sin mentiras, sin engaños.

Quique dijo...

Tendre que empezar a escribir en japonés en mi blog, claro que sí.

Iohannes dijo...

A propósito de fotografías, no hace mucho que compuse esto:
"Desconozco qué suerte me ha llevado a encontrar
esta fotografía,
donde estabas mojando
la galleta tostada de tu cuerpo
en la bañera de agua y blanca espuma
-para aquel desayuno de nuëstros treinta años.
Esta fotografía no resume
la perla de las noches que halló tu madrugada,
el obsequio de días y sábanas quemadas,
el tesoro de polvos que entonces nos echamos.
Hoy cuando me resulta un cuchicheo
aquella intimidad,
cuando, además, me sabe a triste güisqui
-sin hielo, a palo seco-
caigo en la cuenta:
no sólo las heridas muerden bien,
también el tintineo de eslabones
que los años arrastran con recuerdos.
Pero no te confundas,
aunque desorientado -por momentos-
ya tiré a la basura los zapatos
que con fuerza pisaron las heces de Cupido.

©JdDdeGea30deOctubre2006

(es una pena que el blogger me deshaga el orden de los versos)