miércoles, septiembre 20, 2006

La Oración de Dante


Aún sigo borracho. Tres días después y aún no se ha ido ese efecto embriagador que recorre cada milímetro de mi piel y alma. Miles de imágenes se agolpan en la cabeza, intentando sobreponerse la una a la otra, dándose su propia importancia y haciéndose valer como si fueran la única. Y es que esta semana pasada ha sido intensa en todos los sentidos. El corazón latiendo a mil por hora bombeando sangre roja que se mezclaba con la cal inmaculada de aquellos pueblos, con el blanco de las arenas de sus playas; que se mezclaba con el blanco de su piel y esa devastadora sonrisa que inundaba mis días y nuestros soles. Ebrio aún intento recolocar los muebles en mi cabeza, tratando de asimilar todo lo vivido y palpando las fotografías para descubrir que no ha sido un sueño. Sólo recordarlo me eriza la piel y es que el hormigueo que lleva recorriendo mi espalda poco más de un mes, está dando paso a otra cosa.
Los jardines del Generalife nos acogieron y abrazaron aquella fría noche y en ese preciso instante me descubrí feliz (para mi propia sorpresa, se estaba repitiendo de nuevo). Tan frágil y de puntillas pasó ese sentimiento (así ocurre siempre),que apenas pude distinguirlo hasta que me di cuenta que había empezado a llorar. Las lágrimas saladas me recordaban al mar que habíamos visitado días atrás, me recordaban que mi músculo rojo estaba vivo, me recordaban que aún hay motivos por los que seguir en este tinglado caprichoso que es la vida, me recordaban que aún existen "pingüinos" por los que vivir y dar la vida. Como testigos, las estrellas de aquella preciosa noche granaína. Ojala que entre ellas se encontrara la que buscaba mi compañero de viaje.

Cuando el oscuro bosque se cernió sobre mí

Y todos los senderos se cubrieron de hierba

Cuando los sacerdotes del orgullo dijeron que no había otro camino

Cultivé las tristezas de piedra


No creía por que no podía ver

Aunque tu viniste a mí al anochecer

Cuando el amanecer parecía perdido para siempre

Me descubriste tu amor bajo la luz de las estrellas


Dirige tus ojos al océano

Lanza tu alma al mar

Cuando la oscura noche sea eterna

Acuérdate de mí


Entonces una montaña se alzó ante mí

Junto al profundo pozo del deseo

Desde la fuente del perdón

Más allá del hielo y el fuego


Dirige tus ojos al océano

Lanza tu alma al mar

Cuando la oscura noche sea eterna

Acuérdate de mí


Aunque compartimos este humilde sendero,

que frágil es nuestro corazón en soledad

Da a estos pies de arcilla alas para volar

Para tocar el rostro de las estrellas


Inspira vida en este febril corazón

Levanta este mortal velo de miedo

Toma mis deshechas esperanzas, grabadas con lágrimas

Y nos alzaremos sobre estas terrenales preocupaciones


Dirige tus ojos al océano

Lanza tu alma al mar

Cuando la oscura noche sea eterna

Acuérdate de mí

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When the dark wood fell before me
And all the paths were overgrown
When the priests of pride say there is no other way
I tilled the sorrows of stone

I did not believe because I could not see
Though you came to me in the night
When the dawn seemed forever lost
You showed me your love in the light of the stars

Cast your eyes on the ocean
Cast your soul to the sea
When the dark night seems endless
Please remember me

Then the mountain rose before me
By the deep well of desire
From the fountain of forgiveness
Beyond the ice and fire

Cast your eyes on the ocean
Cast your soul to the sea
When the dark night seems endless
Please remember me

Though we share this humble path, alone
How fragile is the heart
Oh give these clay feet wings to fly
To touch the face of the stars

Breathe life into this feeble heart
Lift this mortal veil of fear
Take these crumbled hopes, etched with tears
We'll rise above these earthly cares

Cast your eyes on the ocean
Cast your soul to the sea
When the dark night seems endless
Please remember me
Please remember me

Loreena Mckennitt "Dante's Prayer"

2 comentarios:

Iohannes dijo...

"Aunque compartimos este humilde sendero, qué frágil el corazón en soledad..."

Γιαννης θεου

javi-al dijo...

Guau, que bonito, me tienes que pasar canciones de la Lorena esa, je je. "Da a estos pies de arcilla alas para volar" esa estrofa me ha gustado mucho, la verdad es que me harian falta unas cuantas alas para mis pies.